La violencia que padece México en este tiempo es responsabilidad no sólo del presidente de la República sino también de los diputados y senadores, afirmó Adalberto Rodríguez Sáinz.
El dirigente del Partido Convergencia en Cajeme explicó que los legisladores no han sabido expedir leyes prácticas y eficientes para poner límites al crecimiento de la pobreza y de la delincuencia organizada en el país.
Estas deficiencias legales, dijo, influyen de manera negativa en las decisiones que deben tomar los agentes del ministerio público, jueces y otros funcionarios del sistema judicial que se ven acotados por las amenazas y actos represivos a cargo del crimen organizado.
El marco legal, añadió, es complementado por una situación de pobreza creciente que se refleja en la falta de oportunidades educativas y laborales para los jóvenes.
Los sueldos son bajísimos, eso los desalienta y en muchos casos los orilla a delinquir para obtener los satisfactores que desean, comentó.
La falta de opciones de diversión sanas y económicas lleva a los jovencitos a buscar la evasión más barata, que encuentran en el consumo de drogas, y de allí, aseguró Rodríguez, muchos pasan a las filas de la delincuencia organizada.
No les interesa ser policías porque ganan poco y es muy arriesgado; prefieren ser delincuentes porque creen que así tendrán más ingresos y se atienen a leyes que pueden ser benignas para los infractores, expresó el dirigente de Convergencia.
El dirigente del Partido Convergencia en Cajeme explicó que los legisladores no han sabido expedir leyes prácticas y eficientes para poner límites al crecimiento de la pobreza y de la delincuencia organizada en el país.
Estas deficiencias legales, dijo, influyen de manera negativa en las decisiones que deben tomar los agentes del ministerio público, jueces y otros funcionarios del sistema judicial que se ven acotados por las amenazas y actos represivos a cargo del crimen organizado.
El marco legal, añadió, es complementado por una situación de pobreza creciente que se refleja en la falta de oportunidades educativas y laborales para los jóvenes.
Los sueldos son bajísimos, eso los desalienta y en muchos casos los orilla a delinquir para obtener los satisfactores que desean, comentó.
La falta de opciones de diversión sanas y económicas lleva a los jovencitos a buscar la evasión más barata, que encuentran en el consumo de drogas, y de allí, aseguró Rodríguez, muchos pasan a las filas de la delincuencia organizada.
No les interesa ser policías porque ganan poco y es muy arriesgado; prefieren ser delincuentes porque creen que así tendrán más ingresos y se atienen a leyes que pueden ser benignas para los infractores, expresó el dirigente de Convergencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario