LAS MIRADAS RETROSPECTIVAS A LA HISTORIA Y A LOS HÉROES, SON PARA ILUMINAR EL FUTURO
*Jornada Cívica Nacional de Convergencia en Dolores, Querétaro y el DF.
*Las minorías, impulsoras de las grandes transformaciones del país.
Dolores Hidalgo, 24 de septiembre.- Frente el monumento al Padre de la Patria en esta ciudad, y dentro de la Jornada Cívica Nacional organizada por Convergencia para conmemorar el bicentenario de la Independencia con actos cívicos aquí, en Querétaro y la Ciudad de México, el senador Luis Maldonado Venegas afirmó que las miradas retrospectivas a la Historia de México son ociosas e inútiles si no hay metas que iluminen el futuro.
“Ninguno de nuestros hacedores patrios fue creado por el mito o la leyenda, por antiguas fuentes literarias o por poemas épicos. Las mujeres y los hombres que hoy veneramos fueron héroes de carne y hueso; seres superiores, dotados de valores, principios, convicciones y amor al suelo patrio, pero también con debilidades humanas, lo que hace infinitamente más grande su estatura de próceres”, señaló el coordinador de los senadores convergentes.
Ante la dirección nacional del partido, encabezada por su presidente, el senador Luis Walton Aburto, y autoridades estatales que se congregaron en torno al monumento a Miguel Hidalgo y Costilla, en esta ciudad cuna de la Independencia nacional, Maldonado Venegas señaló que hoy se recuerda a los héroes insurgentes “no para regodearnos en el pasado, sino para iluminar el futuro porque, sin metas, las miradas retrospectivas son ociosas, inútiles y la vida carece de sentido”.
Invitó el legislador a aprender de los héroes patrios la lección de que la adversidad y las situaciones excepcionalmente difíciles, son las que dan a los seres humanos la oportunidad de crecer más allá de sí mismos.
“Pocos son, agregó, los capaces de alcanzar cimas elevadas; allí donde la medianía y la mediocridad ven muros infranqueables, otros advierten cumbres y grandeza por conquistar, incluso a costa de sus propias vidas. Mirar al futuro, esa es la lección que nos dejaron los mexicanos a quienes hoy, con emoción y sencillez, rendimos pleitesía.”
En su emotiva intervención, Luis Maldonado Venegas recordó que el tañer de la Campana de San José en la Parroquia de Dolores, tuvo una valiosa función integradora entre los feligreses de Miguel Hidalgo, que habría de prolongarse hasta la posteridad en la madrugada del 16 de septiembre de 1810, al repicarla Miguel Hidalgo para convocar al pueblo y lanzarse a la lucha.
“El esquilón de San José se convirtió entonces en la campana fundadora de una Nación”, afirmó el coordinador del grupo parlamentario de Convergencia en el Senado.
Maldonado Venegas evocó los movimientos autonomistas criollos, prolegómenos del Grito de la Independencia, como el encabezado por el síndico del ayuntamiento de la Ciudad de México, Francisco Primo de Verdad y Ramos, y en el que participaron Juan Francisco de Azcárate y fray Melchor de Talamantes; la conspiración de Valladolid, en la casa de don José María García Obeso, con la participación de Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama, José Mariano Michelena, José María Izazaga, Manuel Villalongín y Pedro Rosales, entre muchos otros criollos, y la conjura de Querétaro, en a la casa del corregidor José Miguel Domínguez, y de su esposa doña Josefa, de la que surgió la alerta para el levantamiento armado en Dolores.
Precisó el legislador que Hidalgo fue sensible a la difícil situación social y política que vivían indígenas, mestizos y criollos en la Colonia, de ahí que enarbolara desde el principio banderas populares y dictara los primeros acuerdos de índole social para combatir a injusticia, la desigualdad y la libertad.
“Fue Hidalgo acaso el único que desde el inicio percibió que el movimiento iría más allá de la lucha por el control del poder en la Nueva España, y que se trataba de una gran batalla por la igualdad y por la justicia”, señaló Maldonado Venegas.
Para el pueblo movilizado no hubo ya descanso: la tropa insurgente se convirtió con rapidez en un ejército de más de 40 mil hombres, que luchó contra el abuso de poder, defendió la libertad y peleó contra la desigualdad social y por la Independencia. Tropa que habría de llegar a 80 mil combatientes en la triunfal batalla del Monte de las Cruces, a un paso de la Ciudad de México.
En su intervención, el orador hizo un amplio reconocimiento a miles de héroes anónimos y destacó la participación de la mujer en la insurgencia, no obstante las limitaciones que la época le imponía. Entre muchas otras, Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario, Gertrudis Bocanegra; Rafaela López Aguado, Francisca y Magdalena Godos y Antonia Nava.
Para terminar, Maldonado Venegas recordó que hoy, como en 1810 y en 1910, las minorías, las fuerzas emergentes, son las que han impulsado las grandes transformaciones del país.
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