El mejor homenaje que le podemos rendir a Carlos Monsiváis, es conocer, releer y profundizar en su obra literaria, pero también asumir sus causas, defender a las minorías y a lo diverso, es decir, no al Estado confesional y sí al Estado laico, cambiar el modelo económico, político y educativo, disminuir la pobreza, ampliar las oportunidades, ensanchar las libertades y consolidar la democracia, así el homenaje para este mexicano de excepción será permanente, declaró el coordinador de los diputados federales de Convergencia, Pedro Jiménez León.
Al participar en el homenaje póstumo que organizó la Cámara de Diputados a través de la Comisión de Cultura, el líder de los legisladores convergentes apuntó que el reconocimiento que le hace el Congreso de la Unión a este gran mexicano es porque tuvo en sus escritos como amiga a la inteligencia y aliado de la ironía.
“Su destreza en el manejo del lenguaje le permitió una innumerable conexión con sus lectores, su pasión por las letras lo llevó a incursionar en varios géneros: la narrativa, el ensayo, el periodismo y la crítica literaria”, expresó.
Jiménez León – diputado federar por Tabasco –, indicó que Monsiváis fue un profundo conocedor de las manifestaciones de la vida política y cultural de México que le tocó vivir y al que le imprimió su huella.
“Su amor por la literatura y poesía mexicana de los siglos XIX y XX, se refleja en sus antologías y ensayos. También fue un adorador, como él lo dijera, un cinéfilo de tiempo completo y acucioso investigador de todas las expresiones culturales. Desde hace tiempo es y seguirá siendo, un referente obligado para el que quiera investigar cualquier tema ligado con el modo de ser y de hacer del México contemporáneo”, estableció.
El político mexicano recordó al cronista Monsiváis por hacerlo de forma fresca, desenfadada, “sin apego a formalismos y convencionalismos”.
En su exposición, Jiménez León refirió que el escritor homenajeado siempre defendió las causas progresistas, “la laicidad del Estado, alertó de la intromisión de la Iglesia en el diseño de políticas públicas, sabedor de los riesgos que ello implica. Su lucidez intelectual y su acción política estuvieron siempre para defender con valentía el respeto de las minorías y el respeto a lo diverso”.
“México y el mundo perdieron al escritor. Al ser humano extraordinario, pero quedan sus obras que trascenderán a los demás”, mencionó.
En presencia de la presidenta de la Comisión de Cultura, Kenia López; de la directora de Conaculta, Consuelo Sáizar; además de la escritora Elena Poniatowska, el coordinador de los naranjas en San Lázaro sostuvo que “las generaciones de hoy y las venideras encontraremos siempre en él, al personaje que contribuyó con su estilo peculiar e irrepetible a construir un sentimiento de identidad nacional en cada una de sus creaciones, en cada una de sus obras. Así se lee, así se entiende y así se siente Días de Guardar, en Crónicas para Temblar, en los Rituales del Caos, en Artes de Familia, en el Estado Laico y sus Malquerientes, entre otras obras”.
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